Mi gran amigo Domingos tuvo la suerte de poder
venirse a Europa hace más de treinta años. Huía de la invasión
Indonesia sobre su recién independizada Timor Leste. Fue el elegido de
entre todos los hermanos para tener una educación decente en
Portugal y tuvo la suerte de tener esperanza, soltar las armas y dejar
atrás una vida de niño soldado. Desde entonces sólo ha podido visitar
unas semanas a su familia cada cinco o seis años. Él derrocha alegría allá donde va, consciente más que nadie de lo priviliegiados que
somos por aquí. Desde hace años se gana la vida como músico de blues en
Alemania. Este tema que compuso lo grabamos en Barcelona. Fue hace
casi un año. Recuerdo que era domingo y habíamos dormido poco. Estábamos en una
nube. Un reencuentro mágico en Can Galileu, ese lugar maravilloso en el
que tuve la suerte de vivir un tiempo. Un canto de amor a su tierra: uno
de los lugares más pobres y olvidados del mundo. El himno de la
diáspora y las saudades. Timor Libre! Força Abbuttu.
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