miércoles, 22 de agosto de 2012

PachPunch

Si algo he aprendido con este video han sido dos cosas: No volver a pedir un plato en el Restaurante chino de la plaza luna de Madrid sin saber qué es, y a no saltarme el eje cuando haya espejos de por medio. ¡Qué complicado! Sobre todo cuando el reflejo ha de ser falseado para integrarlo en postproducción, claro. ¿Y si encima el reflejo ha de ser asimétrico pero la luz lógicamente la misma? Se complica la cosa, eh. Pero, ¿Si además tenemos un travelling hacia atrás y la interpretación la hago yo mismo teniendo que sincronizar perfectamente los movimientos en cada acting?? Resultado: Pues casi tres rodajes fallidos por una cosa o por otra!  Meudo lio. Al final siete meses han pasado desde el primer rodaje. Trabajando solo durante fines de semana que quede claro, bueno, básicamente algunos domingos sueltos para ser sincero. Pero siete meses!!!
Lo del pollo no es que estuviera malo, era un sabor diferente pero malo no estaba la verdad. Lo que pasa es que cuando el chino me explicó que el relleno no eran setas sino huevos de cien años no pude continuar. En seguida me acordé de que ya había visto cómo preparaban esto en un documental y me planté. Consiste en enterrar un huevo de pata en una mezcla de cal, barro, cenizas, sal, hierbas aromáticas y paja de arroz durante un mínimo de 10 dias. Cuanto más tiempo mejor. El entorno alcalino provoca la deshidratación de la clara a través de los poros de la cáscara, convirtiéndola en una pasta traslúcida y gelatinosa de color amarillento que acaba cuajando la yema. La capa de ceniza que rodea al huevo hace que la clara tome el color negro. Lo suelen tomar de aperitivo con la cervecita en verano nos comentó el chino y Antoñico se lo comió todo.
El plano cenital fue descartado
Pollo relleno de huevos de 100 años
con Marc Alcover, foquista y doble de brazo
Historias domingueras de un proyecto dominguero total. Todo esto nació a raiz de varias ideas para un nuevo logotipo y para la intro de la nueva bobina que necesitaba montarme. Lo primero que tenía claro era que quería jugar con A) por un lado una mano que señala, o una flechita dibujada a mano, que representaran mis trabajos de realizador (direction) y B) un objeto en movimiento, o una diana desenfocándose que simbolizara la animación y el grafismo. Más tarde surgió la idea de una cara recibiendo un puñetazo...  y me pareció una imágen potente y que seguía respetando el concepto inicial. La cabeza recibiendo el impacto representaría el movimiento y el puño la dirección (motion&direction). Luego se me ocurrió rodar la situación del espejo para acabar con el logotipo y meterlo en la bobina pero acabó convirtiéndose con todo el derecho en una pieza independiente por sí misma.
Antoñico etalonando con Baselight
Antoñico dominguero con la composión

El espejo y la pared en Maya

Tengo que dar las gracias a todas las personas que me han ayudado con este proyecto. A Santi que me hizo de script estupendamente, a Gerard Aguiló por prestarme su óptica, a Marc Alcover, Jordina Jur, Ileana García de elLocal48 (Barcelona), a Alfonso Nieto por hacerme sentir en evasión como en casa y especialmente a Ariadna Costa por haber estado ahí ayudándome a tope en los rodajes con su talento, inventándose el super travelling-wheelchair y por su paciencia conmigo siempre. Muchas gracias petita! Pero sobre todo a mi gran amigo Antoñico Jiménez que se ha comido toda la composición, el 3D y el etalonaje. Ai ai aiii Antoñico, siempre liándolo con unas cosas y con otras, vaya pedazo de lujo y de honor poder contar con la ayuda desinteresada y la compañia de semejante genialidad de hombre. Espero poder seguir haciendo cosas con él, y si al menos con alguna de ellas un día se llega a sentir orgulloso, habrá merecido la pena dar tanto la lata.





Pach Punch podría anunciar un seguro de coche con una buena voz off, Pach Punch podría ser un microcorto de los que ahora están tan de moda. O tal vez la intro para un Festival de Cine. Pero creo que tiene mucho sentido que el "anunciante" en esta pieza haya sido yo mismo. Me gusta la idea de PachPunch como una evolución de la típica formación de logotipo.  El video funciona como una intro de 20 segundos que presenta una situación y una historia conclusiva por si misma.
Ahora que lo pienso, ¿influencia inconsciente de El Club de la Lucha? Bienvenido sea David Fincher. PachPunch es una sola idea, una imágen que puede venir a la cabeza de cualquiera que se mire al espejo. Pero cuando esta visión apareció en la mía lo primero que pensé fue: "Joder, soy yo". Quiero decir que si pudiera realmente pasarle esto a alguien, a mí no me sorprendería para nada ser golpeado por mi propio reflejo en un ridículo arrebato de rabia. El tipo duro que se resbala delante de las chicas. El zumbido de mi oido. Un quiero y no puedo, I´m a loser, baby. Metáforas de mi vida, jejeje... Así que tras muchas dudas motivadas por el pudor que siempre he sentido frente a las cámaras, acabé cayendo en la cuenta de que llega un punto en que ya no se puede caer más bajo.
¿Tenía sentido llamar a un actor? Aunque no sea lo habitual, si alguien tenía que interpretar el video que promocionara mi trabajo ese alguien debía ser yo mismo.



::::PachPunch:::
Alex Pachón Intro
Canon 7D / 30´´/ 2012


Por cierto, esta entrada ya la escribo desde Londres, donde estaré trabajando para los Juegos Olímpicos como Motion Graphics Operator en el Olympic News Channel. Estoy muy contento con esta oportunidad y espero que salga todo de perlas. Quien me iba a mí a decir que ese software tan antipático que tuve que aprender durante mi paso por Canal Extremadura me iba a abrir tantas puertas. Me refiero al Vizrt. Bueno, ahora mismo y hasta que empiece el trabajo, las puertas me las ha abierto Fernando Mora, antiguo compañero de Facultad, quien me ha acojido de maravilla en su estupenda casa de Tooting Broadway. Nandito fue mi ayudante de dirección y mano derecha en "Feijoada" junto con Alexis Vivas, pero en 2004 se fueron de aventura a Edimburgo y desde entonces a duras penas se les ha vuelto a ver por el Gurugú. Seguimos improvisando... un abrazo desde la ciudad donde la gente sonríe cuando tienen al sol de testigo.